El padre de Malén se ofreció a pagar una recompensa por encontrar al niño Gabriel

Malén desapareció hace cuatro año y su padre se infiltró en redes mafiosas por si la tenían retenida

 

Alejandro Ortiz, el padre de Malén, una chica desaparecida hace cuatro años, se ofreció a Ángel Cruz y Patricia Ramírez, para pagar una recompensa que permitiera recuperar a su hijo Gabriel, según afirmó en el programa Hora Punta de TVE, en el que intervino este miércoles día 14.

 

Era 2 de diciembre de 2013, y Malén Zoé Ortiz, de 15 años, se baja del autobús en la parada de Los Piratas, en la ciudad mallorquina de Magaluf, y se dirige a casa de su padre en Cala Vinyes, pero se da cuenta de que se le han olvidado las llaves. Opta por llamar a su novio, que la invita a comer, entonces pretende avisar a su padre, pero no logra contactar con él, y se lo comunica a su secretaria. A partir de ese momento se le pierde la pista ya que nunca llegó a Son Ferrer, su destino.

 

Alejandro reconoce que solo tiene “el 1%” de esperanza en que su hija siga viva, pero el hecho de que el sumario no esté cerrado le anima a pensar que la Guardia Civil sigue trabajando en el hallazgo de Malén.

 

La adolescente desaparece en muy pocos minutos, según el relato del padre fundado en la cronología que marcan distintas cámaras del recorrido y la señal del teléfono móvil. El padre cree que alguien se la llevó de modo forzado en un coche, o ella se subió en el vehículo de alguien conocido.

 

Hubo informaciones en aquel momento que implicaban al padre en asuntos turbios, y e incluso hubo informaciones vinculando al hijo en la desaparición, a pesar de que en aquel momento solo tenía 12 años. Ambos se sintieron muy dolidos por aquello, hasta el punto de precisar ayuda psicológica.

 

Alejandro hizo una investigación por su cuenta, por si la tenían retenida mafias del Este de Europa, pero tras llegar hasta lo más alto, le negaron tenerla a pesar de ofrecerles todo su patrimonio por si la habían vendido para la prostitución. También se movió en los barrios de la droga de Mallorca, y también sin resultado. Incluso hubo un empresario que contó que había sido secuestrada por una secta satánica, pero dos días murió en extrañas circunstancias.

 

Lo único que le quedó fue la opción de ofrecer una recompensa de 250.000 euros para quien le dé pistas fiables para recuperar a su hija.

 

Alejandro se puso en contacto con los padres de Gabriel para darles su apoyo, no solo moral, también económico, en forma de recompensan para encontrar al pequeño. Eso fue el dos de marzo, solo dos días después de que se hiciera pública la desaparición que tuvo lugar el 27 de febrero, y les animó a que “pusieran toda la carne en el asador”, consciente de la importancia que tienen las primeras 24 a 48 horas en estos casos.

 

Pero Alejandro no tomó esa decisión solo, lo consultó con su hijo Bruno, y le pareció bien ayudar de esta forma a Ángel y Patricia.