Usuarios de Port Adriano critican que las tarifas se quintuplican

Los propietarios de pequeños amarres pasarán de pagar 2.500 euros a 12.000 euros anuales

 

Propietarios de pequeños amarres de Port Adriano denuncian los precios desorbitados que deben pagar.

 

Un grupo de propietarios de pequeños amarres en Port Adriano (El Toro, Calvià), rechazan las "desproporcionadas" condiciones económicas establecidas por la empresa concesionaria del puerto, Ocibar, para mantener la licencia. Si bien hasta ahora los dueños estaban pagando alrededor de 2.500 euros por el mantenimiento de este amarre público, ahora la empresa les reclama casi 12.000 euros anuales por el "alquiler" de éste. Es decir, se quintuplican los gastos por un mismo espacio.

"Son unos precios desmesurados y no los voy a pagar" declara J.L.S., uno de los afectados, quien lleva 26 años con la concesión de este espacio. "Entiendo que debamos pagar las tasas que nos corresponden pero no un alquiler", añade.

 

Una cincuentena de personas se han visto afectadas por la renovación de la licencia y lamentan que la concesionaria potencie los amarres de lujo "para ganar más dinero" y les dejen a ellos "de lado" porque "no les son rentables". Muchos de estos propietarios adquirieron el uso y disfrute de los amarres en los años 70 con la primera concesión, que era a Pedro Nadal Salas.

 

La polémica se ha abierto después de que los propietarios de estos pequeños amarres de Port Adriano recibieran una carta en la que se les avisaba de que el próximo 28 de julio de 2018 se les acaba la concesión.

 

En teoría la licencia se terminaba en 2024, así constaba en la licencia que obtuvieron en 1974, pero con la aplicación de la Ley de Costas en 2010 se redujo el plazo de concesión a 2018.

 

La oferta que ha puesto sobre la mesa Ocibar es la cuota anual de casi 12.000 euros por un pequeño amarre que antes les costaba 2.500 euros. De este modo, Ocibar ofrece a los dueños pagar un alquiler desde el año 2024 hasta 2037.

 

"Yo no puedo pagar semejante cantidad" declara O.R. "Estamos desesperados y desde Ports de Balears nos dicen que ellos no pueden hacer nada", declara otro afectado. A la espera de recibir una oferta más "proporcionada", uno de los propietarios señala que él "no va a quitar su barco". "Quieren quitarme mi sitio y vendérselo a un extranjeros dispuestos a pagar una fortuna", sentencia.

 

Los primeros desencuentros vinieron en 2010 después de firmar un nuevo acuerdo entre Ports de Balears y la empresa concesionaria Ocibar en la que se prolongaba hasta 2037 la concesión del puerto deportivo de Port Adriano y la ejecución de una obra de ampliación para amarres "de lujo". "Esa es su prioridad", sentencian los afectados.

 

El apunte

  • "Priman los intereses económicos por encima de todo"
  • Indignación entre los propietarios de los pequeños amarres de Port Adriano. Después de casi 30 años con "ese amarre", ahora la empresa concesionaria les exige pagar unas cantidades "desmesuradas" por tener el mismo espacio. Según explica uno de los afectados, priman los intereses económicos por encima de todo.   
  • Por su parte, la empresa Ocibar explica que ofreció a todos los clientes del puerto  deportivo Port Adriano, cesionarios de un puesto de amarre, "la opción de acogerse con ventajosas condiciones a la nueva concesión otorgada de conformidad a la Ley de Ports de les Illes Balears". No obstante, "aquellos que no han estado interesados en adaptarse al nuevo título concesional", y una vez finalizado el plazo de la concesión de conformidad a lo establecido en la Ley de Costas, "pueden arrendar un puesto de amarre de conformidad a las nuevas condiciones del nuevo título concesional".